Ingredientes
(Todos los ingredientes han de estar a temperatura ambiente, salvo que se indique lo contrario)
Para los pretzels:
Aceite vegetal
360 ml (1 ½ cups) de agua templada (NO caliente)
12,5 g (1 cucharada) de azúcar blanco
1½ cucharaditas de sal
6 g (2 ¼ cucharaditas) de levadura seca de panadería
585 g (4 ½ cups) de harina de trigo floja
55 g (¼ cup) de mantequilla sin sal derretida
2½ litros (10 cups) de agua
190 g (? cup) de bicarbonato sódico
Para el toque final:
30 g (2 cucharadas) de mantequilla sin sal derretida (también puedes utilizar yema de huevo rebajada con unas gotas de agua)
Sal gorda o en escamas
Elaboración
Untamos ligeramente el interior de un cuenco grande con aceite vegetal y reservamos.
Cubrimos la bandeja del horno con papel vegetal de hornear y reservamos igualmente.
En el cuenco de nuestra amasadora (o en otro cuenco grande), mezclamos el agua templada, el azúcar y la sal y a continuación añadimos la levadura. Lentamente disolvemos todos los ingredientes con ayuda de unas varillas y dejamos reposar unos 5 minutos o hasta que la mezcla espumee.
A continuación, añadimos la harina y la mantequilla y, ahora ya con el gancho de la amasadora (o a mano, si no usamos amasadora) seguimos mezclando lentamente hasta que quede todo bien combinado. Aumentamos la velocidad ligeramente y amasamos durante unos 4-5 minutos hasta conseguir una masa suave que se desprenda con facilidad de las paredes del cuenco.
Transferimos la masa al cuenco engrasado con el aceite (podemos usar el mismo en el que hemos estado trabajado, pero hemos de limpiarlo previamente), lo cubrimos con film transparente y lo dejamos reposar en un lugar cálido durante 50-55 minutos o hasta que la masa haya doblado su volumen.
Pasado este tiempo, untamos ligeramente con aceite vegetal la superficie sobre la que vayamos a trabajar y colocamos la masa sobre ella. La dividimos en 8 partes iguales y las cubrimos con un paño limpio y húmedo para evitar que se sequen mientras trabajamos.
A continuación, vamos enrollando con las manos cada parte a lo largo hasta alcanzar unos 60 cm aprox. De uno en uno, vamos dando forma a nuestros pretzels y los vamos depositando en la bandeja del horno con papel vegetal, cubriéndolos igualmente con otro paño húmedo hasta que terminemos de formarlos todos (si no cupieran los 8 de una vez, emplearíamos 2 bandejas o los hornearíamos en 2 tandas). IMPORTANTE: Para darles su forma característica, los colocaremos en forma de "U" (la base ha de quedar más bien amplia) con los extremos mirando hacia el lado opuesto al que trabajamos, cruzamos los extremos uno sobre el otro dos veces trayéndolos hacia delante. (Si no los vamos a consumir todos de inmediato, ahora es el momento de congelarlos; ver abajo la sección "Notas").
Precalentamos el horno (eléctrico) a 220ºC.
Mientras tanto, llevamos a ebullición los 2,5 l de agua junto con el bicarbonato sódico en una cacerola amplia o una sartén algo profunda (con capacidad para unos 7-8 litros).
Con la ayuda de una espátula plana, con mucho cuidado introducimos los pretzels(mejor de uno en uno; máx. 2 simultáneamente) en el agua hirviendo durante 30 segundos (si los hubiéramos congelado, no necesitarán descongelarse previamente, pero hemos de aumentar este tiempo a 45 segundos). Los vamos retirando con la espátula, procurando que se escurran bien, y los depositamos sobre la bandeja (o bandejas) del horno de nuevo.
Con ayuda de un pincel de repostería, pintamos la superficie de nuestros pretzelscon mantequilla derretida (o yema de huevo) y los espolvoreamos con un poco de sal gorda o en escamas.
Horneamos hasta que adquieran un pronunciado tono dorado durante unos 12-14 minutos (si los hubiéramos congelado, hemos de aumentar el tiempo de horneado unos 1-2 minutos).
Depositamos sobre una rejilla y volvemos a pintarlos con el resto de la mantequilla derretida. Dejamos reposar 5 minutos antes de servir.